Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
El gerente general del Valparaíso Terminal de Pasajeros, Juan Esteban Bilbao, lamentó la confirmación de que el Norwegian Sun, último crucero de la temporada, recale en Puerto Central; en San Antonio, debido a una serie de amenazas realizadas por los estibadores locales. En ese sentido, el ejecutivo afirmó que “la comunidad portuaria de Valparaíso fue incapaz de dar garantías a los cruceros”.
“Esto es un daño increíble para Valparaíso como ciudad, como destino, como home port, es un daño absoluto, indudablemente que afecta las inversiones que nosotros tenemos también en el caso de VTP, pero lo peor es el daño de imagen que se genera. Eso es lo más grave en una industria en el que se ha desarrollado un trabajo por más de 15 años, sembrando una semilla tras otra para, esta temporada, colectar los frutos en una temporada que iniciamos en un terminal de clase mundial”, dijo Bilbao a PortalPortuario.cl.
“Esta era una naviera que se había ido del país por todos los episodios anteriores por el no funcionamiento de los casinos, el precio alto que tenían los faros y balizas, todas medidas que fueron solucionadas en el tiempo y había regresado a nuestro país recientemente y, claro, es justamente la misma naviera que en el episodio anterior y en este caso no recibe certeza de servicio, no por parte nuestra, sino por el resto de la comunidad portuaria del Puerto de Valparaíso, lo que genera una pérdida e credibilidad y confianza con ellos”, añadió el ejecutivo.
Reacción en cadena
Juan Esteban Bilbao, además, se refirió a la reacción que podrían -en cadena- tener las demás navieras de cruceros debido a las permanentes amenazas efectuadas por los trabajadores portuarios de bloquear y no atender este tipo de naves a causa del conflicto de las llamadas cargas limpias que los mantiene enfrentados con la Empresa Portuaria Valparaíso.
“La pérdida es incalculable, porque no sabemos cuál va a ser la reacción de las otras navieras a partir de este episodio de aquí en adelante. Lo puntual de ahora se puede calcular por el número de pasajeros y consumo promedio, pero el daño es mucho más alto que eso, aquí lo más grave de todo esto es la falta de diálogo, de conversación, de enfrentar los problemas para abordar esto”, señaló.
En esa línea, Bilbao recordó que el pasado 20 de marzo -a su retorno de Seatrade- se reunió con los trabajadores portuarios que le dieron certezas de que las naves serían atendidas. Sin embargo, los estibadores revirtieron su promesa anunciando bloqueos, primero con un comunicado emitido el 13 de abril, y luego con una carta firmada por las dirigencias que fue enviada el pasado 18 de abril.
“Yo me reuní con los trabajadores portuarios cuando llegué de Seatrade, habíamos llegado a un acuerdo de no afectar a la industria, extrañamente sale un comunicado el día 13, me junté de nuevo este lunes con ellos y me ratificaron su compromiso y salió una declaración del mismo Sergio Baeza que ustedes mismos publicaron de que había un compromiso de no generar más perjuicios, pero aparece otra carta, entonces no me cuadra que hayan aparecido estos comunicados, manteniendo la posición, mezclando las cosas, mezclando lo que son los pasajeros con las cargas que no tienen nada que ver una con la otra. Entonces, no encuentro explicación lógica, porque yo confío en lo que me dijeron los trabajadores, pero en la práctica sí se produjeron los comunicados y todos nos enteramos a través de la prensa de ciertas cosas”, agregó.
Bilbao recordó que el conflicto de los portuarios que ha usado como herramienta a los cruceros para presionar un diálogo con EPV no es el único obstáculo para la industria de cruceros, mencionando lo que ocurre con las prioridades de los sitios que, ahora, son primero para los buques de carga y, luego, para los de pasajeros.
“Todavía tenemos un problema serio, una cosa es la inseguridad, pero otro tema pendiente es que ni en TCVAL ni en TPS existe la prioridad para las naves de cruceros, entonces aunque tengamos en la próxima temporada, todos los cruceros que ya están planificados con un año y medio de anticipación nada asegura que vengan a Valparaíso, teniendo ahora la posibilidad de ir a San Antonio”, advirtió.