Las nuevas restricciones a la llegada de turistas estadounidenses a Cuba impulsadas por Donald Trump, que afectan fundamentalmente a la modalidad de viajes “persona a persona”, están siendo aprovechadas por la industria de cruceros para cubrir la demanda de viajes al país caribeño desde EEUU como forma en la que sortear las regulaciones, señala América Economía.
Según fuentes de la industria citadas por el portal digital Excelencias News Cuba, durante la temporada 2018-2019, se espera que el número de viajeros llegados de EEUU a la Isla alcance casi los 600.000. Una previsión que se ve respaldada por los últimos anuncios de dos de las prinicipales compañías del sector.
Norwegian Cruise Line Holdings, acaba de anunciar que pondrá en marcha 9 salidas adicionales hacia el país caribeño a partir de febrero de 2018, lo que permitirá la llegada de 15.488 pasajeros adicionales a Cuba desde el puerto de Miami.
Mientras que la compañía especializada en cruceros de lujo Regent Seven Seas Cruises, la primera de navíos de este tipo autorizada a realizar varias paradas en puertos de Cuba, anunció en un comunicado posterior que sumará 8 nuevas salidas y 2 nuevos itinerarios en el período 2019-2020.
Este último anuncio supone además el inicio de las llegadas al país caribeño de los cruceros de lujo multidestino ya que, tras la primera visita que el Seven Seas Mariner hizo a La Habana en abril de 2017; a partir del 15 de octubre de 2019, visitará La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Ya en 2017, se estima que Norwegian, Carnival Corporation y Royal Caribbean, las tres líneas de cruceros más grandes que operan en la ruta entre Miami y Cuba, operaron una flota combinada de unas 146 naves, a través de 14 marcas. Y, antes de los últimos anuncios, se estimaban en 344 los viajes por temporada, con un gasto promedio de unos 140 dólares por persona en la Isla.
De esta forma, según el más reciente estudio de cubatrade.org, las cifras de viajeros y los ingresos que podrán generar a las distintas empresas que intervienen en transporte, alojamiento, alimentación, otros gastos e impuestos, indican que el negocio de los viajes a Cuba alcanza ya una cifra en torno a los USD 2.200 millones. Además, los cruceros pagarán al menos USD 22 millones en tarifas portuarias.