Por Redacción PortalCruceros
@PortalCruceros

Virgin Voyages invita a repensar la experiencia de un crucero por Alaska, afirmando que sus nuevos viajes “no se parecen a nada que se haya hecho en alta mar”. La naviera sostiene que la verdadera Alaska, la que “acelera el pulso y deja sin palabras”, no se encuentra en la fila de los cruceros gigantes, sino “escondida en fiordos tranquilos, oculta en aldeas de las Primeras Naciones y esperando en la cima de la tirolesa más grande del mundo”. La propuesta de la compañía se presenta como una alternativa fuera de los caminos trillados, con más autenticidad y glaciares, y todo ofrecido con máximo lujo y en un entorno sin niños, con una tarifa todo incluido que cubre comidas a bordo, bebidas no alcohólicas, clases de fitness y Wi-Fi.
La naviera ha diseñado sus itinerarios para incluir puertos menos transitados, ofreciendo un pase VIP a la aventura del norte. La experiencia comienza con una parada en Prince Rupert, Canadá, una escala poco habitual que sirve como puerta de entrada al Great Bear Rainforest, hogar del esquivo oso espíritu blanco y de una rica cultura de las Primeras Naciones.
En Alaska, la compañía fondea en el Puerto de Sitka, una joya en la costa exterior de la isla Baranof. Este sitio ofrece una singular mezcla de herencia tlingit y pasado ruso-estadounidense, con una fauna excepcional que incluye nutrias marinas y frailecillos, brindando una experiencia más tranquila y auténtica.
Otro destino destacado es Icy Strait Point, propiedad y operado por una comunidad nativa de Alaska, que equilibra la cultura local con la adrenalina, permitiendo el avistamiento de ballenas jorobadas y osos pardos, así como un emocionante paseo en la tirolina más grande del mundo.
En los viajes más largos, se incluye Haines, una alternativa a Skagway, conocida como el “Valle de las Águilas” y considerada un paraíso para los aventureros, ideal para experimentar la Alaska genuina.
Respecto al avistamiento de glaciares, Virgin Voyages asegura que sus experiencias son superiores, ya que acerca a los navegantes lo suficiente para “sentir el frío y escuchar el rugido atronador de la naturaleza”.
En lugar de la bahía abierta, se navega por el Fiordo Tracy Arm, un pasadizo estrecho y sinuoso flanqueado por paredes de granito y cascadas, que desemboca en los glaciares gemelos Sawyer.
Además, en los programas más largos, la naviera realiza una excursión especial para presenciar el poder del Glaciar Hubbard, el glaciar de marea más grande de Norteamérica. El evento principal es el desprendimiento de icebergs (calving), donde enormes bloques de hielo se separan y se estrellan contra el mar, un “espectáculo sobrecogedor e impresionante”.
La oferta de actividades en tierra (shore things) de Virgin Voyages supera las 57 opciones únicas, diseñadas para ir más allá del típico recorrido.
Destacan la posibilidad de realizar un Paseo en Trineo de Perros en el Glaciar Mendenhall, que implica un vuelo en helicóptero y un aterrizaje directo en el glaciar para un paseo con mushers y sus perros. También se ofrece el Festín en Taku Lodge y Descubrimiento de 5 Glaciares en Hidroavión en Juneau, que combina vuelos panorámicos sobre el Campo de Hielo de Juneau con una comida de salmón salvaje recién pescado.
Desde Skagway, los huéspedes pueden revivir la fiebre del oro de Klondike con una Aventura en el Yukón y el Ferrocarril del Paso Blanco, viajando en el histórico tren de vía estrecha. Finalmente, desde Ketchikan, el Vuelo Panorámico por los Fiordos Misty ofrece una perspectiva aérea de los paisajes tallados por glaciares, con acantilados y lagos serenos.






