Cruise Scotland critica impuesto que propone gobierno escocés

Por Redacción PortalCruceros

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Cruise Scotland

En la respuesta formal a una consulta del gobierno escocés, Cruise Scotland detalló que el turismo de cruceros es un mercado móvil y que las regiones vecinas del Atlántico Norte y el norte de Europa están bien posicionadas para beneficiarse de cualquier desplazamiento, adelantándose a una de las consecuencias que podría tener en el sector la idea de las autoridades de aplicar un impuesto a los turistas.

El organismo advirtió que la idea corre el riesgo de tener graves consecuencias para el sector, para las frágiles economías costeras y la reputación del país como destino turístico competitivo a nivel mundial. En su respuesta, el grupo que representa a los puertos escoceses, organismos de turismo y operadores de cruceros) describió preocupaciones claras y crecientes de que un impuesto discrecional, impuesto a nivel de autoridad local, podría actuar como un desincentivo para las líneas de cruceros y erosionar años de inversión y colaboración.

Rob Mason, presidente de Cruise Scotland, declaró que “Escocia debe decidir si quiere atraer o disuadir a un sector que genera más de USD 176 millones anuales para la economía nacional y sustenta empleos en algunas de las comunidades más remotas y económicamente vulnerables. No debemos tratar esto como un simple instrumento fiscal. Si se gestiona mal, costará empleos, frenará el crecimiento de las empresas locales y desmantelará un modelo turístico que ha funcionado discretamente para las comunidades que a menudo se han quedado atrás”.

La respuesta de Cruise Scotland subraya que la propuesta actual se basa en una ambigüedad política, objetivos poco claros y un análisis insuficiente, e insta al Gobierno escocés a “dar prioridad al establecimiento de una justificación clara para la industria de cruceros, que necesita una declaración de intenciones clara y transparente sobre cuál es el objetivo del impuesto”.

La respuesta continúa advirtiendo que la incertidumbre produce que los operadores de cruceros y los puertos no pueden planificar adecuadamente y que la transferencia de competencias fiscales a los ayuntamientos fragmenta la industria de cruceros de Escocia y enfrenta a las autoridades locales entre sí. También expresa oposición y serias preocupaciones en torno a las propuestas que obligarían a las autoridades portuarias a actuar como recaudadoras de impuestos.

También existe el riesgo de que cualquier impuesto pueda disuadir el establecimiento de puertos base en Escocia, donde los barcos inician o finalizan sus itinerarios, eliminando así el impacto económico de mayor valor del mercado.

Mason añadió que “Cruise Scotland reconoce plenamente la necesidad de una inversión continua y específica en infraestructuras de destino para impulsar el turismo de cruceros. Sin embargo, aboga firmemente por que dicha inversión se guíe por una estrategia nacional clara, desarrollada de forma transparente y en estrecha colaboración con el sector para garantizar que cualquier nueva medida mejore la oferta de cruceros de Escocia”.


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