Por Redacción PortalCruceros
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Una de las partes más emocionantes de viajar es descubrir la gastronomía local, especialmente cuando se trata de países cuyos platos son menos conocidos que, por ejemplo, la comida mexicana o italiana, aseguran desde Victoria Cruises Line, especialista en cruceros residenciales. Por eso realizaron una guía culinaria de la ruta entre Lisboa y Reikiavik, en que se encuentra una variedad de platos únicos que reflejan las tradiciones gastronómicas de cada país.
En Lisboa, VCL destaca el Bacalhau à Brás, uno de los platos más famosos de Portugal, elaborado con bacalao salado, huevos y patatas fritas. Este plato cremoso y crujiente encarna a la perfección la sencillez y la exquisitez de la cocina portuguesa.
En Reikiavik, una opción es el Plokkfiskur, un guiso de pescado tradicional islandés elaborado con bacalao hervido, patatas y salsa blanca, un plato sencillo pero contundente, perfecto para los fríos días del norte; mientras que Hákarl. de carne de tiburón fermentada, solo para valientes, presenta un sabor intenso y amoniacal.
Oslo, otro destino del crucero mundial, expone el Rakfisk, que es trucha fermentada, tradicionalmente servida con pan, crema agria y cebolla. El Kjøttkaker, por su parte, son albóndigas noruegas servidas con salsa gravy, puré de papas y verduras al vapor: reconfortante y sustancioso para las noches frías.
En Dublín pueden encontrarse dos platillos. Uno es el estofado irlandés, un plato rico y sustancioso hecho con cordero, patatas, cebollas y zanahorias; a la vez que el Boxty, una tortita de papa irlandesa servida con mantequilla o crema agria, crujiente por fuera, tierna por dentro, perfecta para desayunar o como guarnición.
En Londres, claro, la recomendación es el pescado con patatas fritas, hecho de bacalao rebozado crujiente servido con papas y guisantes en vinagre de malta. Asimismo, un desayuno inglés completo, con salchicha frita, tocino, huevos, tomate, frijoles y tostadas, es una forma energética de empezar el día.
Helsinki, en Finlandia, presenta el karjalanpiirakka, una empanada carelia hecha con corteza de centeno, rellena de arroz o patatas, que tradicionalmente se sirve con mantequilla o mantequilla de huevo. El Lohikeitto, en tanto, es una sopa de salmón con una base cremosa y aromatizada con eneldo, ligera pero sabrosa, perfecta para el invierno finés.
En Vilna, Lituania, se sirve cepelinai, empanadillas de patata lituanas rellenas de carne o requesón, servidas con crema agria o salsa de tocino. Y Šaltibarščiai, una sopa fría de remolacha a base de yogur o kéfir, servida con eneldo y huevos cocidos.
En Gdansk, Polonia, Victoria Cruises Line asegura que no debe dejar de probarse el pierogi, los famosos dumplings polacos rellenos de carne, requesón o champiñones, que se sirven fritos o hervidos; mientras que Bigos es un guiso tradicional polaco de col y carne, que suele cocinarse durante días para que los sabores se integren.
Finalmente, en Rostock, Alemania, está el Bratwurst, la clásica salchicha alemana, servida con mostaza y pan o un pretzel, a la vez que el chucrut, col fermentada, es un acompañamiento esencial para casi cualquier plato de carne germano.
No es todo. VCL señala los mejores postres: Kanelbullar (Suecia); Pastéis de Nata (Portugal); Tarta de melaza (Reino Unido); Krumkake (Noruega); Mazarin (Suecia) y Rødgrød med Fløde (Dinamarca).