Por Redacción PortalPortuario

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En abril, el Storting (Parlamento de Noruega) estableció que todos los buques de pasajeros de menos de 10.000 toneladas deben tener cero emisiones en los cinco fiordos Patrimonio de la Humanidad de Nærøyfjorden, Aurlandsfjorden, Geirangerfjorden, Sunnylvsfjorden y Tafjorden a partir del 1 de enero de 2026, mismo requisito que se cumplirá para las naves más grandes en 2032. Por eso dos navieras, Vestlandske Trafikk y Geiranger Fjordservice decidieron modernizar sus buques, gracias al programa noruego Enova de apoyo financiero para proyectos con buques de cero emisiones a batería.

Vestlandske Trafikk, que navega por el fiordo de Geiranger, convertirá dos ferries a un sistema totalmente eléctrico. Con el funcionamiento por batería, los transbordadores podrán utilizarse durante todo el día y recargarse por la noche en el proveedor Plug AS. La reducción de emisiones se calcula en 1.975 toneladas de CO2 al año.

La naviera ha colaborado estrechamente con astilleros y proveedores de tecnología locales para garantizar que todo transcurra según lo previsto. Este será un proyecto pionero que demuestra cómo los transbordadores existentes pueden convertirse en soluciones libres de emisiones.

“Enova existe para acelerar la necesaria transición en la que nos encontramos. Esto abaratará y facilitará la adopción de nuevas tecnologías que garanticen que el transporte marítimo ecológico se convierta en la nueva normalidad. Porque la transición ya está ocurriendo: los buques tienen cada vez mayor autonomía”, aseguró Andreas Forsnes Jahn, jefe interino de Transporte Marítimo de Enova.

En tanto, Geiranger Fjordservice, que transporta turistas al fiordo noruego del mismo nombre desde 1969, planea modernizar su barco de pasajeros Geirangerfjord II, que se convertirá en un barco totalmente eléctrico, gracias al apoyo del programa Enova para actualizar barcos que navegan por el país, institución que aportará USD 600 mil.

La unidad seguirá navegando en la zona Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, pero los motores diésel se sustituirán por dos impulsores eléctricos silenciosos. Las baterías se cargarán entre viajes en Geiranger y por la noche, cuando la red eléctrica esté baja.

Se estima que la reducción de emisiones será de 135 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a aproximadamente 50.000 litros de diésel. Esto hará que el aire sea más limpio, eliminará el ruido de los motores y tanto turistas como residentes disfrutarán de una mejor experiencia en el fiordo.

El astillero Fjellstrand se encargará de la conversión, mientras que varios proveedores noruegos aportarán todo, desde baterías hasta hélices.

“El premio de Enova es una clara señal del compromiso de Noruega con las soluciones marítimas ecológicas. Este apoyo nos permite desarrollar una tecnología que puede establecer un nuevo estándar para operaciones offshore sin emisiones”, cerró Forsnes Jahn.