Por Redacción PortalCruceros.cl / Australian Associated Press
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La investigación que se está realizando sobre el crucero Ruby Princess, por la cantidad de contagios de Covid-19 que aportó a Australia, reveló que Peter Little, vicepresidente senior de la experiencia de los huéspedes de la línea de Carnival Australia, fue alertado por un compañero de trabajo mediante un mensaje de texto de que los números de pasajeros enfermos a bordo de la nave “se habían vuelto locos” mientras el barco se acercaba a Sydney.
Peter Little, durante la indagatoria, señaló que era el responsable de divulgar los protocolos de Covid-19 del NSW Health, fechados el 22 de febrero, al personal de salud del crucero. Las medidas estipulaban que todos los pasajeros con enfermedades respiratorias o similares a la influenza que habían viajado a países con la preocupación de Covid-19, debían someterse a un examen obligatorio y su incumplimiento podría afectar la capacidad de un barco para atracar en los puertos de NSW.
En esa línea, el jefe de la investigación, Bret Walker SC, preguntó a Little “¿cómo podría suceder que un barco saliera del puerto sabiendo que no tenía suficientes hisopos a bordo para tomar, conservar y, a su debido tiempo, entregar muestras para pruebas de laboratorio?”.
Frente a esto, el ejecutivo de la compañía aseguró que no lo sabía y agregó que el proceso involucraría a un médico a bordo para plantear inquietudes sobre el suministro con la compañía, que luego organizaría las disposiciones.
En tanto, Walker manifestó que “toda la evidencia apunta al hecho de que usted, con lo que me refiero a las corporaciones relevantes, no se preocupaba lo suficiente por las implicaciones para la salud pública de un número inadecuado de hisopos para hacer algo al respecto y no hizo ningún esfuerzo para darle al médico la cantidad de hisopos que necesitaba”.
Al respecto, el responsable de divulgar los protocolos de Covid-19 en el crucero indicó que los inventarios de hisopos no eran su responsabilidad y que no habían “procedimientos internos” para garantizar que los cruceros cumplieran con los protocolos de salud mejorados.
Por su parte Richard Beasley, abogado que asistió a la investigación, le preguntó a Little si sentía que los pasajeros y la tripulación deberían haber sido avisados de que había 104 personas a bordo que podrían haber sido definidas como casos sospechosos de Covid-19 para tomar medidas de seguridad. A esto, Little señaló que todos deberían haber sido informados, incluso si solo hubiese habido un caso sospechoso.
En la investigación, pasajeros del Ruby Princess insistieron que no escucharon ninguna mención de Covid-19 mientras estaban a bordo de la nave, la cual atracó el 19 de marzo en Sydney y permitió que 2.700 personas desembarcaran en Circular Quay.
En la misma línea, la investigación reveló que Little recibió un mensaje de texto de un compañero de trabajo de Carnival que indicaba que los “números de Ruby se habían vuelto locos” en relación con los pasajeros que informaban enfermedad respiratoria aguda o síntomas similares a la gripe, cuando el barco se acercaba a Sydney.
Tras ser consultado por Beasley sobre si pensó en contactar a NSW Health sobre el aumento en pasajeros enfermos, Little indicó “no, porque el intercambio de información con respecto a los informes de salud fue directo entre el médico de cada barco y la autoridad sanitaria”.
“Con respeto, señor Little, ¿y qué? ¿Le han dicho que los números se han vuelto locos para Ruby Princess, seguramente debe haber pensado que podría ser una buena idea notificar a NSW Health?”, consultó el abogado que asistió la investigación. En tanto, el vicepresidente senior de experiencia al huésped de Carnival Australia contestó “podría haber hecho eso … la realidad es que no tenía la relación directa en mi papel con el médico en esa etapa”.
Cabe recordar que tras el arribo del Ruby Princess a Sydney, 369 pasajeros que viajaban en el crucero dieron positivo a Covid-19 y hubo 22 muertes en Australia asociadas con el barco.
