Por Redacción PortalCruceros.cl
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La Autoridad Portuaria de Baleares (APB), en conjunto con la Universitat de les Illes Balears (UIB), aseguraron que la actividad de cruceros no explicaría la contaminación presente en Palma de Mallorca.
Un estudio desarrollado por la UIB concluye que no existe una “correlación clara” entre todas las actividades del Puerto de Palma y los niveles de contaminación por ruido y partículas medidos del aire de la zona.
Además, los primeros resultados del informe destaca que por tipo de barco que utiliza las instalaciones del puerto, los buques de cruceros y otro tipo de embarcaciones entregan una correlación mínima en comparación con los ferrys.
De este modo, sólo la actividad de los ferrys muestra una correlación “relativamente elevada” con la concentración de partículas 0,72 PM10 en suspensión en el aire, mientras que los cruceros sostuvieron 0,26 PM10 y el resto de navíos es casi inexistente.
Estudio
Cabe destacar que la Universidad analizó los niveles de ruido y partículas PM10 -aquellas partículas sólidas o líquidas de polvo, ceniza, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera -presentes en el aire, desde septiembre de 2017 hasta abril de 2018 como parte del proyecto SmartSensPort-Palma, que quiere evaluar la viabilidad del seguimiento de variables de contaminación ambiental con dispositivos de bajo coste.
Los datos recogidos a través de la nueva red de sensores instalados en el Puerto de Palma señalaron que el comportamiento de estas variables, según el estudio, no coincide con el comportamiento de todos los tipos de actividades identificadas, entendida esta actividad como el número de horas que un barco permanece en el puerto.
Para esto, se contabilizaron desde el 1 de septiembre de 2017 al 30 de junio de 2018, el paso de un total de 2.750 barcos en el Puerto de Palma, de los cuales 435 han sido cruceros, cifra que representa un 15,8% del número total. Si se contempla el número total de horas / barco durante todo el período de observación, los cruceros representan un 25% del total de horas / barco de este periodo, los ferrys representan un 44% del total, y otros tipos de embarcaciones, un 31%.
Los investigadores de la UIB señalan la necesidad de estudiar también otros factores que puedan explicar mejor la correlación con la contaminación ambiental, así como ampliar el estudio a los gases y poder establecer un modelo de comportamiento que permita extraer conclusiones causa-efecto.
Las principales conclusiones de este proyecto piloto son, en primer lugar, que las redes de sensores de bajo coste, a pesar de la baja resolución, son una alternativa con mucho potencial para monitorizar puertos y tomar decisiones basadas en datos.
En segundo lugar, no se ha detectado ninguna “vinculación clara” entre la actividad portuaria y los datos de contaminación ambiental recogidas.
En general, la evolución de las PM10 y del ruido es que presentan un incremento durante el día y un descenso durante la noche, que no coinciden con la evolución de la actividad en horas-barco en el puerto.
Por lo tanto, la presencia de barcos en el puerto no permite explicar una parte importante del impacto sonoro o de materia particulada medida, por lo que se deben buscar otros factores, señaló UIB.
Finamente, es “necesario continuar monitoreando” los datos para poder pasar del análisis correlacional al análisis causal.