
Un trágico accidente se reportó durante una excursión en tierra en el noroeste de España, cuando una pasajera del crucero AIDAmar fue arrastrada al océano por fuertes olas. La mujer se separó de su grupo y estaba tomando fotografías cerca de la orilla cuando fue golpeada por el agua y arrastrada. A pesar de la rápida respuesta de emergencia, posteriormente fue encontrada muerta, según reporto Crew Center.
El incidente tuvo lugar en la localidad costera de Baiona, cerca de Vigo, donde el crucero se encontraba atracado ese mismo día. Medios españoles informaron que la víctima era una alemana de 85 años que formaba parte de un grupo de excursión en tierra de aproximadamente 50 pasajeros que viajaban en autobús.
Según testigos, la mujer se encontraba sola en la playa de Concheira tomando fotos en las rocas cerca del agua cuando ocurrió el accidente alrededor de las 14:30. Un vecino la observó perder el equilibrio al agacharse y luego desaparecer tras ser golpeada por una ola. El testigo alertó de inmediato a los socorristas y a los servicios de emergencia.
Un video compartido en las redes sociales parece mostrar el momento en que la turista alemán fue arrastrado por una ola.
En el lugar se desplegaron rápidamente unidades de respuesta a emergencias, incluyendo Salvamento Marítimo, la Guardia Costera Gallega, embarcaciones de la Guardia Civil, policía local, equipos de rescate submarino y un helicóptero. A pesar de una exhaustiva operación con embarcaciones y apoyo aéreo, los rescatistas localizaron posteriormente el cuerpo sin vida de la mujer, que había sido arrastrado a la orilla cercana debido al fuerte oleaje. Los equipos médicos no pudieron reanimarla.
El resto del grupo de la excursión se percató de la desaparición de la mujer cuando los pasajeros ya estaban sentados en el autobús, preparándose para regresar al crucero en Vigo. Para entonces, la operación de búsqueda y rescate ya estaba en marcha.
El accidente se produjo en medio de severas condiciones meteorológicas que afectaban la costa gallega. La Agencia Estatal de Meteorología había emitido un aviso naranja para la región, indicando fuertes vientos del sur al suroeste de 50 a 74 kilómetros por hora (fuerza 7-8) y olas de hasta siete metros de altura. Las autoridades creen que se subestimó la peligrosa situación del mar, lo que contribuyó al fatal desenlace.






