Por Redacción PortalCruceros
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La reserva marina de MSC Cruceros, Ocean Cay MSC Marine Reserve, es la prueba del compromiso de la compañía con la biodiversidad en las Bahamas. Una isla que permite a los pasajeros interactuar con la naturaleza teniendo en cuenta la importancia de proteger los océanos y los arrecifes de coral.
En ese sentido, la isla de más de 3 kilómetros de extensión y repartida en ocho playas vírgenes de arena blanca, es un lugar único que sólo los pasajeros de MSC Cruceros en itinerarios por el Caribe pueden conocer. Los turistas pueden disfrutar de actividades como snorkel, kayak, excursiones al faro, masajes balineses y cabañas privadas.
Cabe mencionar que cando MSC Cruceros se hizo cargo de Ocean Cay MSC Marine Reserve en 2015, había sufrido décadas de actividades industriales, incluida la extracción de arena de aragonito. Desde entonces, la compañía se ha embarcado en una iniciativa de restauración para limpiar la isla y el lecho marino de todos los residuos. Como resultado de estos procesos, el destino cuenta ahora con casi 5.000 árboles y 75.000 plantas, flores y arbustos autóctonos que han revitalizado el entorno terrestre.
El Programa de Restauración Marina de la isla abarca 64 kilómetros cuadrados de aguas y ecosistemas marinos, esto se amplió en 2019 cuando la Fundación MSC lanzó su iniciativa Super Coral para proteger los arrecifes.
Los expertos en corales de la Fundación MSC están llevando a cabo estudios de investigación destinados a identificar genotipos de estos animales, que soportan mejor el estrés térmico, para plantarlos estratégicamente y crear arrecifes más resistentes al calor extremo provocado por el cambio climático.
La isla también se ha desarrollado para minimizar su impacto en el medio ambiente. Está equipada con una “granja solar” que produce hasta 600 KW de electricidad con 150 KW de almacenamiento e iluminación sólo por LED.
Además, cuenta con un sistema de tratamiento de aguas que procesa los residuos para que puedan reutilizarse para el riego. Además, muchos de los productos creados para la isla están hechos con materiales naturales, como algodón, bambú y papel.
Gracias a todas estas iniciativas y a los continuos esfuerzos de conservación de la Fundación MSC, el destino ha sido designado recientemente “Hope Spot” por Mission Blue, organización sin ánimo de lucro fundada para promover la protección de los ecosistemas marinos.