Windstar Cruises destaca los cuatro mejores mercados de Asia

Por Redacción PortalCruceros

@PortalCruceros


Windstar

Los mercados asiáticos son asequibles, animados, diversos y fascinantes, tanto si se buscan souvenirs como si simplemente quieres conocer otras culturas. Algunos ofrecen la oportunidad de observar a la gente de élite, otros son centros de arte, gastronomía, joyería, souvenirs y tradición local. Durante 10 años, Jess Peterson, director de Experiencia de Destino y Planificación de Itinerarios de Windstar, ha vivido y viajado intermitentemente en Asia, por lo que desarrolló una guía con los mejores mercados del continente.

“Si bien los viajeros pueden aprender muchísimo visitando los museos, templos y palacios de la región, para conectar directamente con la humanidad y echar un vistazo a la cultura local sin tapujos, ninguno de esos lugares es tan revelador como un mercado. Ofrecen una clara visión de las tendencias, los gustos y las tradiciones locales”, señaló Peterson.

El primero en la lista es el Mercado de amuletos Tha Prachan de Bangkok, que vende estatuas, collares, pulseras y anillos budistas bendecidos por monjes y que tendrían poderes místicos.

“Llevaba en la mano tres pequeños adornos budistas, y cada uno poseía poderes diferentes, según me explicó un amable vendedor. Uno me otorgaría protección física, otro me traería prosperidad económica y el tercero podría ahuyentar a los malos espíritus”, relató Peterson.

La capital de Tailandia rebosa de mercados, pero ninguno es tan único. Durante más de un siglo, lugareños y turistas han recorrido las decenas de puestos de Tha Prachan para comprar estatuas, collares, pulseras o anillos budistas, bendecidos por monjes y, por lo tanto, con poderes místicos que benefician a su dueño.

Incluso los turistas que no desean comprar amuletos, cuyo precio oscila entre USD 5 y USD 30, pueden apreciar Tha Prachan. Al observar su intenso comercio, los visitantes pueden comprender la profunda superstición de la sociedad tailandesa.

Yanaka Ginza, de Tokio, en tanto, es un mercado callejero que cuenta con una gran variedad de librerías familiares, pubs Izakaya, baños públicos, galerías de arte y tiendas de artesanías.

Tokio es una ciudad vanguardista de rascacielos, trenes bala, restaurantes con personal robotizado y calles inundadas de neón. Pero no toda la capital de Japón se ha proyectado hacia el futuro, algunos barrios se mantienen orgullosamente arraigados a su pasado, como Yanesen, donde se encuentra el sitio.

El lugar está salpicado de más de 50 templos y santuarios debido a una decisión gubernamental, en el siglo XVII, de transformarlo de una zona obrera en un centro espiritual. Además de estos espléndidos lugares de culto, el mercado callejero de Yanaka Ginza alberga una gran variedad de tiendas.

Quizás sea el mejor lugar de todo Tokio para conseguir recuerdos auténticos. Antes de decidir qué comprar, los turistas pueden conocer a los artesanos que utilizan métodos tradicionales para crear caligrafía shodo, esteras de bambú takeami y cerámica de pan de oro de Kanazawa. Algunos de estos lugareños ofrecen talleres turísticos.

Por su parte, el Mercado Binh Tay, de Ho Chi Minh City, Vietnam, vende casi todo lo que los habitantes locales puedan desear o necesitar. Es un caos coordinado, así se resume tanto el sitio como toda la urbe, una megalópolis de más de 10 millones de habitantes.

Al bullicioso Binh Tay, de dos plantas, en el histórico distrito de Cholon, se llega tras sortear una maraña de motocicletas, carritos, peatones y trabajadores que cargan con paquetes gigantescos.

En el interior, la paz no es mayor. Cada uno de los callejones de Binh Tay está repleto de clientes regateando, vendedores gritando y, al parecer, con tantos productos como los que ofrece Amazon. Electrónica, ferretería, aperitivos secos, marisco fresco, juguetes, uniformes. Este mercado centenario está dirigido principalmente a los locales.

Los turistas vienen principalmente por el entretenimiento, aunque muchos se llevan a casa un refrigerio survietnamita, como los crujientes pasteles banh cay, que maridan a la perfección con el café. Recorrer el caos de Binh Tay es una experiencia única en Cholon, que comenzó como una aldea china en el siglo XVIII, antes de que la expansión de Ciudad Ho Chi Minh finalmente absorbiera a Cholon. Actualmente es el barrio chino más grande del país.

El Mercado Central de Phnom Penh, en Camboya, ocupa uno de los edificios más distintivos de la ciudad. “Cuando visité la urbe por primera vez, me deslumbró el diseño art déco amarillo y blanco de la década de 1930 de este mercado, tanto desde la calle como más tarde, en su vestíbulo central bajo un enorme techo abovedado. Su arquitecto francés conectó ese vestíbulo con cuatro alas, cada una de ellas ahora repleta de docenas de pequeñas tiendas”, señaló Petersen.

Allí se venden imitaciones de marcas reconocidas, accesorios para teléfonos, artículos para el hogar, flores frescas, frutas y verduras, artículos de carpintería, cerámica, calzado, artículos de cuero y maletas.

Sin embargo, el Mercado Central es más conocido por sus collares, anillos y pulseras de plata y oro elaborados localmente. Los turistas con buen ojo para el regateo pueden comprar estas joyas a un precio mucho menor que en su país.

Es recomendable contratar a un guía local para comprar las costosas piezas de estilo jemer, cargadas de oro, con incrustaciones de piedras preciosas e inspiradas en la joyería real del antiguo Imperio Jemer de Camboya.

Otro auténtico recuerdo camboyano disponible allí es el krama, una bufanda jemer tejida en algodón o seda. Las versiones de buena calidad cuestan sólo USD 10.


Compartir
Sigue navegando
Translate »