
El Tribunal Administrativo de Niza, encabezado por el prefecto de los Alpes Marítimos, suspendió un decreto emitido por Christian Estrosi, presidente de la organización Niza-Costa Azul, que restringía el número de escalas de los grandes cruceros en Niza y la bahía de Villefranche, según informa Le Monde.
Estrosi, también alcalde de Niza, “no es competente para dictar tales medidas y solo el prefecto de los Alpes Marítimos puede, en el marco de sus competencias de vigilancia de la vía fluvial, organizar las entradas, salidas y movimientos de los buques”, según informó la instancia judicial en un comunicado de prensa.
El juez de medidas cautelares, tras la remisión del prefecto de los Alpes Marítimos, suspendió la ejecución de la orden, concluye el comunicado.
Tras flexibilizar la prohibición inicial impuesta a finales de enero, Christian Estrosi emitió una nueva orden que prohíbe las escalas de cruceros con más de 450 pasajeros en Niza y limita el número de barcos que transportan más de 2.500 pasajeros a Villefranche-sur-Mer a 65 por año y no más de uno por día.
El alcalde de Niza justificó este decreto alegando “la emergencia climática, la protección de la biodiversidad marina, la promoción del turismo sostenible y la protección del patrimonio”.
El prefecto de los Alpes Marítimos explicó en un comunicado de prensa el jueves que había remitido el asunto al tribunal administrativo, afirmando que el decreto estaba “contaminado por varias ilegalidades y podía comprometer el ejercicio de una libertad pública o individual”.
La gestión de las escalas, desde el fondeo hasta el desembarque en los puertos, es una cuestión de responsabilidad compartida entre la prefectura, la prefectura marítima, Francia metropolitana y el departamento.
Tras conocer la orden del Tribunal Administrativo, Estrosi insistió en otro comunicado en la necesidad de “proteger la salud de los residente. Si no se implementan medidas de policía administrativa en un plazo razonable para prevenir los efectos nocivos de los megacruceros, Métropole exigirá responsabilidades al Estado ante el juez administrativo por negligencia”.
Según Métropole, el decreto, que debía entrar en vigor el viernes, debía afectar cinco escalas previstas en el Puerto de Niza de aquí a finales de año y 15 en 2026, de un total de 176 ya reservadas.
En cuanto a la estación marítima de Villefranche-sur-Mer, el decreto debía afectar, de aquí a finales de año, a 12 recaladas de barcos con una capacidad acumulada de más de 38.000 pasajeros y, hasta a 2026, a 53 visitas con una capacidad acumulada total de más de 200.000 huéspedes, de 131 escalas ya anotadas.