Ponant informó su decisión de suspender su temporada de cruceros en Nueva Zelanda, luego que el gobierno local rechazara las visas de trabajo de gran parte de la tripulación de la nave Le Lapérouse, el cual debió dirigirse a Nueva Caledonia.
La empresa señaló en un comunicado que “Ponant lamentablemente informa que nuestro pequeño barco de expedición Le Lapérouse se ha visto obligado a cancelar su temporada de siete viajes de expedición totalmente reservados en Nueva Zelanda para neozelandeses”.
Esto, luego que el crucero fuera detenido fuera de la zona económica exclusiva de Nueva Zelanda, rechazando las solicitudes de visa de 61 de sus 90 tripulantes.
Según consignó NZ Herald, la decisión del gobierno responde a que los trabajos involucrados; personal de hotel, masajista y una peluquera, podían ser ocupados por trabajadores neozelandeses.
Ante esto, Ponant respondió que consideró esta alternativa, pero “la falta de personas disponibles que tengan la certificación suficiente de capacitación en seguridad” impidió la contratación de funcionarios locales.
En vista de estas dificultades, la empresa anunció su decisión de cancelar la temporada de este verano, mientras “los agentes de viajes se comunicaráan con los huéspedes y se están discutiendo los arreglos individuales con opciones de un crédito de crucero más un gesto comercial adicional o un reembolso completo”, dijo Sarina Bratton, presidenta de Ponant Asia Pacific.
Bratton recalcó que la empresa ha “invertido millones de dólares en la promoción de Nueva Zelanda a nivel internacional y operando en Nueva Zelanda por temporadas durante los últimos siete años”.
Junto con ello, dejó en pausa los planes de sumar dos buques de expedición a Nueva Zelanda para la próxima temporada, “a menos que haya un cambio en la política del Gobierno, será muy difícil para cualquier empresa gestionar los riesgos comerciales y operativos en Nueva Zelanda”.