Por Redacción PortalCruceros
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Nicko Cruises presentó los viajes oceánicos hacia el norte a lo largo de la costa noruega, que conducen a los paisajes que han dado fama al país, con profundos fiordos, imponentes montañas, cascadas y pequeños pueblos portuarios con una rica tradición marítima.
Cuanto más al norte se navega, más luminosas se vuelven las noches, ya que el sol de medianoche baña el mar y las montañas con una luz mágica durante los meses de verano. Los itinerarios varían entre 12 y 20 días.
A bordo del Vasco da Gama, los cruceristas exploran fiordos emblemáticos como el Geirangerfjord, el Fiordo del Rey de Noruega, y el románticamente salvaje Lysefjord. El majestuoso Sognefjord también figura entre los destinos, al final del cual se encuentra la pequeña ciudad de Vík, un puerto accesible únicamente para cruceros pequeños.
Los pasajeros también podrán disfrutar de extraordinarios tramos de agua, como el paso de Moskstraumen y el protegido paso interior a lo largo de las islas Lofoten. Estas rutas, inaccesibles para naves de mayor tamaño, ofrecen una experiencia aún más intensa de la magia del Norte.
Además, los turistas podrán admirar otros fiordos impresionantes, como el extenso Trondheimfjord, el Aurlandsfjord y el estrecho Nærøyfjord, similar a un cañón, dos brazos del Sognefjord conocidos por sus escarpados acantilados, cascadas y su paisaje tranquilo y casi virgen.
Una de las cuatro rutas septentrionales se extiende más allá de Noruega y llega a Islandia, una isla donde convergen el fuego, el hielo y las maravillas naturales. El viaje de 20 días desde el Puerto de Kiel, del 15 de julio al 3 de agosto de 2027, conecta ambas regiones de una forma especialmente impresionante.
Ya desde el principio, Stavanger ofrece una muestra de la agreste belleza del suroeste de Noruega, con Preikestolen, que se alza majestuosamente como un mirador natural sobre el Lysefjord. En Bergen, las coloridas casas de madera de Bryggen, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, adornan el paisaje, antes de que el viaje continúe hacia las islas Shetland, donde la cercanía a la naturaleza marca el ritmo de la vida cotidiana.
En las Islas Vestman, Islandia se presenta inicialmente como un lugar primitivo, con acantilados escarpados, playas de arena negra, formaciones de lava solidificada e innumerables aves marinas que dominan el paisaje.
En Grundarfjördur, se divisa la imponente montaña Kirkjufell, antes de que Reikiavik revele la faceta cultural de la isla. En Akureyri, el turista se maravilla ante las majestuosas cascadas, las aguas termales y un amplio panorama de la costa norte. Islandia se muestra especialmente tranquila y apartada hacia el este, donde coloridas casas de madera se ubican al final de un estrecho fiordo bordeado de cascadas.
Con un poco de suerte, incluso se pueden avistar ballenas en la costa. En el viaje de regreso, la ruta conduce a Mandal, donde Noruega revela su lado apacible y soleado, y luego a Gotemburgo con su costa salpicada de archipiélagos, antes de que el viaje concluya en el Puerto de Kiel.






