Por Redacción PortalCruceros
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La segunda versión del diseño del “buque del futuro” de Hurtigruten ya está lista. Con la ayuda de grandes baterías, velas y otras soluciones innovadoras, el barco debe poder navegar sin emisiones en funcionamiento normal, el uso de energía se puede reducir entre 40 y 50%, en comparación con los actuales. La empresa Vard, de Ålesund, está detrás de la actualización, que consta de varias soluciones innovadoras desarrolladas en colaboración con socios de la industria marítima noruega.
“Hurtigruten ha sido parte de una industria con una contaminación significativa y es crucial que ahora tomemos medidas importantes para reducir las emisiones. Nuestro objetivo es tener un barco libre de emisiones en funcionamiento alrededor de 2030”, afirmó la directora general de Hurtigruten, Hedda Felin.
Un elemento interesante son las velas, que se pueden izar y arriar según sea necesario. Las estimaciones preliminares indican que pueden reducir el consumo de energía en aproximadamente 10% con el tiempo. Además, los paneles solares contribuirán con otra rebaja de 2 a 3%.
“Todavía vemos que podemos ahorrar mucha energía con velas plegables con células solares, pero esto requiere investigaciones exhaustivas, incluidas pruebas con modelos que se llevarán a cabo en los próximos meses. También hemos cambiado el tipo de vela por un tipo más maduro que ya se utiliza en los buques de carga”, manifestó el director de Operaciones de Hurtigruten, Gerry Larsson-Fedde.
El tipo de vela OceanWings, de origen francés, ya se utiliza en el carguero Canopée.
El barco del futuro está previsto con hélices contrarrotativas como propulsión principal y las baterías tendrán una capacidad de unos 60 megavatios hora. Dos propulsores sumergibles en popa garantizan una maniobra óptima en las escalas en el puerto.
Otra medida es la lubricación con aire del casco, para reducir la resistencia, lo que puede dar como resultado un ahorro de 5 a 10%. Combinado con un diseño moderno del casco, un material de fondo avanzado y un lavado regular del casco, la resistencia al agua se puede reducir considerablemente.
Los resultados preliminares también muestran que mejores sistemas de ventilación y aislamiento, así como una gestión energética avanzada, pueden proporcionar importantes ahorros de energía. Las llamadas “cabinas inteligentes” permitirán a los pasajeros gestionar, a través de una aplicación y una pantalla, la calefacción y la ventilación, y al mismo tiempo saber cuánta energía se está utilizando.
“Ya estamos probando sensores avanzados en estas cabinas y en un futuro próximo realizaremos pruebas a gran escala con huéspedes a bordo”, concluyó Larsson-Fedde.