Alemania logró un acuerdo que ofrece un salvavidas para el constructor naval en dificultades Meyer Werft GmbH, la empresa privada ha tenido problemas económicos que los han llevado a tomar diferentes medidas.
Según indicó el medio Gcaptain, el Ministerio de Economía, el gobierno federal adquirirá una participación del 40% en Meyer Werft y “una participación del mismo importe por parte del estado de Baja Sajonia”. La financiación para el gobierno federal asciende a unos 222 millones de dólares.
El canciller Olaf Scholz, visitó al fabricante el mes pasado y expresó su optimismo de que se pueda encontrar una solución en las conversaciones con los bancos, añadiendo que la cámara baja del parlamento alemán en Berlín y la Comisión Europea también estarían involucrados para lograr la aprobación del acuerdo.
Por su parte, Robert Habeck, Ministro de economía alemán, señaló que “es la firme determinación del gobierno, de mí personalmente y de mi ministerio, que está haciendo el trabajo aquí, que Meyer Werft obtenga el apoyo que necesita para seguir construyendo barcos”, sostuvo.
El rescate se produce en medio de una desaceleración prolongada del sector manufacturero alemán, que afecta a la mayor economía de Europa en su conjunto.
El astillero emplea a unas 3.300 personas, y durante la pandemia de Covid-19 tuvo problemas y los bancos empezaron a cuestionar su solvencia. Una gran parte del precio de compra de los cruceros solo se paga cuando los barcos se entregan a los clientes, por lo que es esencial contar con financiación provisional.
Ante esto último, Meyer Werft anunció el 12 de agosto un nuevo contrato para construir cuatro barcos más para Disney Cruise Line, además de los cuatro que ya tenía en su cartera de pedidos.