Chile podría tener una mayor presencia en el mercado de cruceros de tener redactado y publicado el reglamento de la Ley que abrió el cabotaje de personas el 28 de febrero de 2019. La falta de normativa, a casi 4 años de la promulgación del texto legal, ha impedido que las líneas de bandera extranjera puedan vender circuitos cortos de siete días o menos en el país.
De esta forma, “el producto Chile”, que podría romper la estacionalidad con paísajes y destinos casi inexplorados, no ha podido ser comercializado, dejando a turistas chilenos y extranjeros sin posibilidad de disfrutar de esos parajes.
Sobre esta situación, Víctor Oelckers, general manager de Inchcape Shipping Services, empresa que representa a varias compañías en Chile, comentó a nuestro medio asociado PortalPortuario que “sobre la Ley de Cabotaje falta el reglamento, he escuchado también que hay intención de apertura a la carga, una vez que se complete el reglamento, hay que vender el producto. Hoy el producto no ha sido vendido y las líneas, hoy día, están haciendo solamente venta de origen y destino final para cruceros masivos, ofreciendo el producto de 14 noches entre Valparaíso/San Antonio a Montevideo/Buenos Aires con recalada a la Antártica o a las Malvinas o Falklands y están vendiendo ese producto, mientras que los otros cruceros, los que dan la vuelta al mundo no han vendido ese producto y el segmento en que sí se puede vender es el segmento de expedición y aventura”.
Oelckers afirmó que Chile tiene potencialidad para desarrollar la industria de cruceros más allá de la temporada actual al contar con varios destinos considerados “inexplorados”, ubicados de Puerto Montt al sur Austral del país.
“De Puerto Montt hacia el sur, hay varios destinos inexplorados o totalmente subexplotados como es el caso de Chaitén, Puerto Cisnes y Puerto Raúl Marín Balmaceda que son destinos nuevos que perfectamente se pueden abrir y con una Ley de Cabotaje; sin duda alguna, podrían ser no solo turismo de temporada durante la primavera-verano nuestro, sino durante todo el año”, afirmó.
Consultado sobre el eventual crecimiento de esta industria y sus impactos de contar con el reglamento faltante, Oelckers señaló que “tenemos capacidad para crecer, muchos de los destinos que mencioné están inexplorados y Exploris, la línea nueva que estará llegando por primera vez a Chile en noviembre, hará una recalada inédita en Isla Mocha, porque las líneas están buscando destinos exclusivos, crear mercados nichos dentro de la atención que ellos ofrecen a sus pasajeros. Ir a puertos nuevos como Puerto Cisnes, donde nunca nadie ha ido, Chaitén está subexplorado y Puerto Raúl Marín Balmaceda es un destino nuevo, agregaría una o dos naves permanentes de tamaño de crucero de expedición”.
“Los cruceros de expedición son de tamaño manejable para las comunidades que visitan, estamos hablando de 200 a 300 pasajeros como máximo, por lo que se puede generar una relación ganas-ganar con el puerto que visitan sin alterar la vida de la comunidad que es pequeña, pero permitiendo un desarrollo que, prácticamente, no han tenido, porque están aisladas”, consideró.
Cabe recordar que la tramitación de esta Ley tuvo como finalidad incentivar el turismo de cruceros y abrir, justamente, este tipo de viajes a los propios residentes chilenos en circuitos más cortos de siete días.
La Ley fue, en su momento, impulsada mediante moción parlamentaria por los senadores Alejandro Guillier, Ricardo Lagos Weber y Alejandro Navarro con la idea de permitir que naves -de bandera foránea- de 400 pasajeros o más pudieran trasladar entre puertos chilenos a pasajeros.