Por Redacción PortalCruceros.cl
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Entidades sociales y ecologistas denunciaron que los cruceros que utilizan Gas Natural Licuado no son un turismo sostenible, por lo que implican una solución definitiva para el medioambiente.
Los grupos Ecologistas en Acción, la Plataforma per la Qualitat de l’Aire, la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible y la federación europea Transport and Environment (T&E) indicaron que la llegada del primer barco propulsado por este combustible al Puerto de Barcelona constituye “una operación de lavado verde”, ya que no es una “solución ambiental como vienen anunciando las autoridades portuarias”.
“Su uso en el transporte marítimo puede generar emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 9% superiores al uso del gasóleo marino (MGO), según un informe recientemente elaborado por T & E”, recalcaron en un comunicado.
Asimismo, las organizaciones mencionaron que si bien el uso del gas es claramente beneficioso de cara a la reducción de emisiones de contaminantes atmosféricos, este debería “generalizarse al conjunto de cruceros que hacen escala en la ciudad para que tenga un impacto real, que repercuta en una mejora sustancial de la calidad del aire”.
Por el contrario, según señalaron las entidades, los buques actuales no pueden transformarse en gas. De las más de 830 escalas previstas y de los 12 nuevos cruceros que se estrenan este año en la ciudad condal, tan sólo dos cruceros llegarán propulsados por gas”.
En este sentido, solicitaron al Puerto de Barcelona y al Ayuntamiento de Barcelona que “revoquen de forma inmediata el acuerdo que prevé la construcción de dos nuevos terminales de mega-cruceros en el Muelle Adosado y que aprueben una regulación que obligue a los buques a utilizar combustibles con un máximo de 0,1% de contenido de azufre (en comparación al 1,5% que utilizan actualmente los barcos de pasajeros) y la instalación de sistemas de postratamiento como la reducción catalítica selectiva (SCR) y filtros de partículas diesel (DPF), que proporcionan resultados similares de reducción de contaminantes que el uso del GNL. Un cambio que las navieras pueden hacer de forma inmediata, sin necesidad de nuevas infraestructuras en el puerto, y en todas sus naves”.
“La apuesta del Puerto de Barcelona por el gas es una cortina de humo para ocultar su inacción frente a los altos niveles de contaminación y poder continuar ampliando terminales y batiendo récords en la llegada de cruceristas. Barcelona es el primer destino de cruceros de Europa y del Mediterráneo, con más de tres millones de cruceristas en 2018, y planea seguir creciendo a pesar de la amenaza que supone para la salud humana y de los enormes impactos ambientales y sociales que ocasiona este tipo de turismo masivo para la ciudad”, sostuvieron.