El grupo ecologista neerlandés llamado Extinction Rebellion bloqueó las recaladas de cruceros que se dirigen hacia Ámsterdam, Países Bajos, con el fin de dar a conocer sus denuncias de contaminación e impacto ambiental, según consignó The Maritime Executive.
Siete manifestantes se encadenaron a un puente, se pegaron a la calzada del mismo y a la compuerta de las esclusas de Ijmuiden, situada en la desembocadura del Canal del Mar del Norte. La obra hidráulica se construyó también para dar cabida a las naves de mayor tamaño que acceden al Puerto de Ámsterdam.
Hasta el momento, el grupo ecologista impidió que los navíos Jewel of the Seas de Royal Caribbean International y el Seven Seas Mariner de Regent Seven Seas Cruises salieran de las esclusas que llevan a la capital del país europeo.
En primera instancia, la policía local acudió al lugar, pero no desalojó a los manifestantes. Un portavoz de la policía dijo que, mientras no pusieran en peligro el bienestar de nadie, en Holanda hay derecho a protestar.
Por su parte, la autoridad portuaria organizó 80 autobuses y camiones para trasladar a los pasajeros del Jewel of the Seas al aeropuerto o al centro de la ciudad, y luego hacer el viaje inverso para las personas que regresaban y los que acababan de embarcar. El trayecto en autobús era de unos 40 kilómetros y duraba hasta 45 minutos en cada sentido.
Ya en el segundo llamado a las fuerzas policiales, como los manifestantes no estaban dispuestos a alejarse, la autoridad puso fin a la protesta. El crucero del Regent Seven Seas Cruises solo tuvo un retraso de tres horas y pudo arribar en Ámsterdam.
El hecho se produjo tras conocerse en junio de 2024 que el gobierno municipal de Ámsterdam planea limitar y luego alejar las naves del muelle del centro de la ciudad. De aquí a 2026, el plan prevé limitar las escalas de cruceros y exigirles que utilicen la electricidad de tierra mientras estén atracados. La ciudad estudia prohibir totalmente los cruceros y trasladar su muelle al oeste para 2035.