El director nacional de CLIA España, Alfredo Serrano, reclama un mayor apoyo a los puertos de cruceros por parte de los destinos turísticos ya que asegura que “los mayores beneficiados de la actividad crucerística son las propias ciudades”.
“Los cruceristas no quieren v isitar puertos quieren visitar ciudades o entornos atractivos del propio destino”, aseguró en una entrevista con Europa Press el directivo, quien demanda un apoyo más decidido a una industria generadora de empleo y de ventajas “tanto a los residentes como a los establecimientos”.
Y es que la llegada masiva de turistas a través de cruceros a destinos como Barcelona, Palma de Mallorca, Venecia o Dubrovnik, ha señalado a esta actividad como parte del problema de la saturación de algunos destinos y de la “turismofobia” generada en algunos casos, una visión que no comparte en su totalidad esta industria.
Para Serrano “no es justo que se quiera responsabilizar a alguien que aporta el 8% del número de visitantes de los problemas de congestión y saturación que pueda tener una ciudad”.
Según un informe elaborado por la Universidad de Barcelona la actividad de cruceros en el puerto de la Ciudad Condal generó en 2016 una facturación total en Cataluña de 1.082,9 millones de euros, último dato disponible.
Además, la actividad ha permitido el mantenimiento de unos 9.000 puestos de trabajo a tiempo completo contribuyendo al PIB de Cataluña en 562,3 millones de euros y al PIB de Barcelona en 410,9 millones de euros.
“Con todos estos datos se concluye que la aportación económica es muy significativa, mientras que el impacto respecto a la congestión turística no es tan significativo”, aseguró Serrano.
En 2017 se estima que 25,8 millones de pasajeros viajaron en crucero, cifra que supone un aumento del 20,5% en los últimos cinco años (2011-2016). Y su potencial de expansión aún es “muy grande” puesto que solo suponen el 2% del total de turistas movilizados a nivel global por ocio.
España ha superado a Francia como el cuarto mercado emisor de pasajeros más importante de Europa, con un crecimiento del 6,4% entre 2016 y 2017. El mercado español casi triplica el crecimiento de la media europea, un incremento que indica una mayor confianza del consumidor con el sector.
Siguiendo la tendencia al alza de 2015 y 2016, a lo largo de este último año 510.000 españoles disfrutaron de un crucero, 31.000 más que en2016, siendo el Mediterráneo la opción más popular.
A nivel mundial el primer mercado es Estados Unidos con 11,5 millones de cruceristas, seguido de China con 2,1 millones. “España ocupa la décima posición a nivel mundial con cerca de medio millón de españoles cruceristas animados por la mejora de la situación económica”, explicó Serrano.
Para satisfacer la demanda actual, se prevé que más barcos zarpen en durante este año. Según datos de CLIA en 2018 está previsto que las líneas de cruceros ofrezcan 27 nuevos buques marítimos, fluviales y especializados.
El sector de los cruceros se encuentra en una época de expansión en todo el mundo, con pedidos hasta dentro de casi una década debido al proceso de renovación de la flota, tanto en aspectos medioambientales como de experiencia para los pasajeros.
Muchos de estos nuevos barcos estarán destinados al mercado asiático, un mercado en continua expansión que actualmente rebasa los dos millones de pasajeros en 2017, ocupando la segundo posición tras Estados Unidos (13 millones de cruceristas) está registrando un fuerte crecimiento en los últimos años y sus previsiones “son muy prometedoras”.
“Se espera que China se consolide en esta segunda posición teniendo en cuenta que cada vez más barcos se posicionan a China y es un mercado en plena expansión turística internacional”, dijo.
Respecto a los destinos Mediterráneo, uno de los favoritos para los españoles Serrano aseguró que no está congestionado y que todavía cuenta con un gran recorrido “lejos de la saturación”.
El perfil del crucerista ha variado en los últimos años abarcando todas las edades y segmentos sociales y económicos.
Así en el caso de España es el segundo mercado europeo con el perfil más joven de crucerista impulsado por una mayor desestacionalización y una oferta más personalizada.
Una tendencia que marcará el futuro del sector junto a las mejoras medioambientales y la apuesta por la tecnología y la conectividad en lasque la industria está realizando inversiones multimillonarias tanto en la flota de cruceros como las terminales y puertos.
Las navieras están muy comprometidas con la sostenibilidad y los barcos son cada vez más modernos y eficientes.
Actualmente, un crucero consume hasta un 70% menos de combustible que hace 20 años.
En Europa, los cruceros solo representan el 1,2% del total de las emisiones que generan los buques en los puertos. A pesar de ello, las compañías han invertido más de 1.000 millones de dólares en los últimos años en nuevas tecnologías y combustibles más limpios para reducir las emisiones de gases.